Esta receta me la paso mi hermana Mary, que hablando y hablando resulta que no la había hecho yo. Ella no le echa la gelatina y dice que le espesa igual, yo en otras recetas vi que si la echaban y por eso la añadí. Podéis escoger.
Ingredientes: para 6 personas
1 bote pequeño. de leche condensada (370 gr)
200 ml. nata para montar
6 limones
3 hojas de gelatina
3 c.c. de azúcar
1/2 vaso de agua
Preparación:
Lo primero que hay que hacer es montar la nata con unas varillas o con una batidora de varillas, para lo que debemos tener la nata bien fría, así que sacarla del frigorífico justo antes de montarla, ya que así será más fácil conseguir que se monte y quede con mucho cuerpo.
Otra opción es que compréis la nata ya montada, como hizo mi hermana.
A mi particularmente me gusta montarla con la batidora de varillas, porque a mano si que no, que tardas una eternidad, yo por lo menos.
Sacar la cáscara amarilla de un limón con la ayuda de un pelador.
Córtala en juliana fina y ponla a hervir en una cacerola con medio vaso de agua y 3 cucharaditas de azúcar.
Deja que hierva durante 5-6 minutos para confitarlas. Reservar.
(Esto lo copie de Eva Argiñano.)
Exprime los 6 limones y reserva el zumo.
Diluye las láminas de gelatina primero en un bol con poco de agua para que ablande y luego pasarlas a otro con un poco de agua caliente para que se disuelvan del todo. 
Vierte en un bol la leche condensada y el zumo de los limones.
Bate con la batidora.
Añade la gelatina diluida.
Incorpora la nata montada al resto de ingredientes.
Mezcla suavemente, con
movimientos envolventes.
Echar en unas copas o boles individuales la mousse y mételos en el frigorífico hasta que adquieran consistencia.
Presentarlos con la cáscara de limón confitada por encima.
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